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Confianza y estrés

DIME CUANTO ESTRÉS TIENES Y TE DIRÉ CUANTO CONFÍAS.





Es muy común en las sesiones de coaching que las personas consulten porque se sienten estresadas o ansiosas por temas como la desmotivación laboral, la sobrecarga de trabajo, los problemas familiares, la sensación de infelicidad por la vida que les gustaría tener y no tienen, entre otras. Todos estos temas generan lo que se denomina estrés de tipo mental. Este tipo de estrés hace que nos asalten pensamientos pesimistas y temores que si persisten durante mucho tiempo, pueden llegar a generar síntomas físicos, insomnio o crisis de pánico y/o ansiedad.


Si bien el estrés puede producirse por factores externos como una guerra, una crisis social o política o una pandemia, hay otros factores que son de origen interno de la persona y que tienen que ver con la forma como ésta ve el mundo, con sus prejuicios, creencias, valores, presuposiciones, etc.


Sin embargo, a pesar de que los desencadenantes del estrés son muchos y muy diversos, es posible visualizar una estrecha relación entre el estrés y la falta de confianza.

Cuando en coaching hablamos de confianza, nos referimos a 4 perspectivas de la misma:


1. la confianza en uno mismo.

2. la confianza en los demás.

3. la confianza en las herramientas o técnicas.

4. la confianza en el proceso de la vida.



LA CONFIANZA EN UNO MISMO


La confianza en uno mismo tiene que ver con nuestras creencias de “poder” o “no poder” hacer algo, o de sentirse “capaz” o “incapaz”. Si frente a una tarea nueva o un nuevo puesto no nos sentimos con la suficiente confianza para poder llevarla a cabo, aun estando capacitados para hacerlo, es posible que detrás de esto haya alguna creencia limitante acerca de nuestras habilidades o capacidades para poder llevarlo a cabo.


Recuerdo el caso de un cliente que todos los años comenzaba un nuevo curso porque sentía que nunca era suficiente la formación que tenía. Sin embargo, tenía muchísimas más habilidades y capacidades que la mayoría de los colegas con los que trabajaba, pero la falta de confianza en sí mismo le provocaba dudas permanentes acerca de sus capacidades, lo cual le impedía avanzar en el logro de sus objetivos profesionales.



LA CONFIANZA EN LOS DEMÁS


La confianza en los demás, sobre todo en el ámbito laboral, aparece como otro de los factores que generan estrés en grandes cantidades. Y lo más importante, determina la calidad de las relaciones y de los resultados que se obtienen. A menor confianza, menor calidad de las relaciones y por lo tanto resultados inferiores a los esperados. Y, por el contrario, a mayor confianza, mejores relaciones y mejores resultados.


La confianza en los demás se construye en base a 4 aspectos.


1. Las habilidades o competencias de quienes forman parte del equipo de trabajo. Si no confiamos en la capacidad de las personas con las que trabajamos, difícilmente podamos delegar o asignarles tareas ya que el hecho de pensar que el otro no las va a realizar adecuadamente, nos genera estrés.


2. Otro aspecto fundamental para la construcción de confianza en otros es hasta donde esos otros cumplen con lo que prometen, o sea tal vez dicen que sí a algo para salir del paso, pero saben que en realidad no van a realizar. Decir que sí, para quedar bien y luego no cumplir es uno de los factores que más liquida la confianza. Para construir confianza es fundamental ser honestos.


3. El tercer aspecto de la confianza en los demás está vinculado a la responsabilidad para con la tarea asumida. Es decir, si dije que sí a una tarea, en qué medida mantengo el compromiso de llevarla a cabo hasta el final. Tiene que ver con la responsabilidad asumida, o sea, hacerse cargo de lo prometido y responsabilizarse por el cumplimiento.


4. El último aspecto a tener en cuenta tiene que ver con las buenas y malas épocas, si las personas están solo en las buenas, pero desaparecen en las malas, inmediatamente perdemos la confianza en ellas porque sabemos que si algo se complican serán las primeras en abandonar el barco.


Un ejemplo típico de este tipo de confianza es cuando contratamos un servicio para la casa. Un electricista que demuestra tener conocimientos y habilidades, que acepta un trabajo y lo cumple, que además es honesto respecto a los resultados y se responsabiliza si algo quedó mal, acompañándonos durante el proceso, es muy posible que genere una relación de confianza y que lo llamemos nuevamente o se lo recomendemos a alguien más.


LA CONFIANZA EN LAS HERRAMIENTAS O TÉCNICAS


La confianza en las herramientas o técnicas que usamos en fundamental para sentirnos tranquilos. Si no confiamos en ellas difícilmente podamos ponerlas al servicio de otros, sin estar preocupados o estresados respecto a los resultados que tendrán en la vida de las otras personas. Esto es algo que genera mucho estrés si no se tiene certeza de su aplicación y funcionamiento.


Por eso es fundamental probar las herramientas o técnicas y ver los resultados que se obtienen con su aplicación, para que la confianza en ellas se vaya consolidando cada vez más. Confiar en que lo que hacemos genera resultados positivos reduce notoriamente el estrés por reclamos futuros.


LA CONFIANZA EN EL PROCESO DE LA VIDA


Y, por último, la confianza en el proceso de la vida, o lo que tiene que ver con el orden natural de las cosas, o sea con una dimensión más espiritual acerca de cómo funciona el mundo y de que todo lo que sucede, sucede por alguna razón, o para generar en nosotros algún tipo de aprendizaje. Cuando logramos esta confianza, logramos mucha tranquilidad y felicidad reduciendo notoriamente las consecuencias del estrés en nuestra mente y en nuestro cuerpo.


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